”Hacia un Gobierno de reconciliación en Morelos”
Morelos atraviesa una profunda crisis producto de más de 30 años de neoliberalismo, donde todos los partidos políticos que han gobernado siguen la línea conductora de despojo al pueblo y violación de sus derechos.
Hemos sido y seguimos siendo gobernadas y gobernados por la violencia. El crimen organizado ha encontrado su refugio en la política estatal desde el ex gobernador Jorge Carrillo Olea. Los niveles violencia en cuatro años del gobierno de Graco Ramírez, arrojan: más de 3 mil muertes, cientos de personas desaparecidas, el descubrimiento de fosas clandestinas hechas por la fiscalía. La violencia se nos ha impuesto en la vida diaria, la economía destruida por el cierre de fábricas y de negocios a causa del cobro de piso; vivimos en un estado con nulo crecimiento económico, la expulsión de la juventud por falta de oportunidades y/o el miedo a consecuencia de la violencia.
La implementación de mega proyectos con la promesa de dar empleos y revivir la economía, únicamente han despojado al campesinado, a pueblos y comunidades indígenas de sus tierras y recursos naturales, generando mayores índices de pobreza en el estado.
La devastación ambiental por no poder superar la contradictoria relación entre el campo y la ciudad, así como la mala planeación de las ciudades y su crecimiento salvaje.
Una estrategia de seguridad que viola sistemáticamente los derechos humanos, principalmente el derecho a la vida y a la seguridad, al cometer crímenes de Estado, al asesinar, torturar y desaparecer personas, dejando al descubierto una política de guerra contra la población.
Todo lo anterior ha colapsado a Morelos, produciendo una grave crisis económica, social, ambiental y política. Ante este escenario desolador, este mes de agosto se abrió una posibilidad de convergencia de diversos sectores en el estado: eclesial, empresarial, transportista, universitario, magisterial, pueblos y organizaciones sociales que han analizado y resuelto que la mejor forma de salir de la crisis es a través de la destitución inmediata del gobernador Graco Ramírez, conformándose así en el Frente Amplio Morelense. Estos actores lograron entender la necesidad de aliarse ante un enemigo común que es el principal responsable de la crisis y del uso de la mentira como forma de gobierno.
La manera de resolver nuestras demandas es exigiendo la salida inmediata de Graco y un juicio político y popular, para lo cual requerimos crear nuevas formas de gobernarnos, es por esto que demandamos un Gobierno de Reconciliación. El proceso de destitución del gobernador, no debe ser la última meta. Tenemos la mala experiencia de haber corrido a Carrillo Olea, pero no transformar a Morelos desde la raíz, lo que nos vuelve a dejar en el mismo punto de partida que hace 19 años.
Dentro del gobierno de reconciliación tenemos que pensar cómo queremos ser gobernadas y gobernados, cómo refundar el estado desde la emergencia que nos han dejado y qué tipo de Morelos anhelamos ser.
La forma en que evitaremos volver a ser traicionadas y traicionados por la misma clase política será construyendo desde el pueblo y ciudadanía, un proyecto que logre dar dirección al proceso con una nueva ética.
Hoy no nos basta resolver sólo las demandas particulares de un grupo, sino resolver el problema del gobierno. Para ello se requiere de procesos amplios de debate desde todos los sectores y rincones para ir trazando un nuevo pacto social, una nueva constituyente para nuestro estado. Colocando el tema del plebiscito y referendo, la revocación de mandato, la consulta popular a la ciudadanía y a los pueblos, recuperando nuestra experiencia en la Comuna de Morelos y la redacción de la constituyente de 1915.
Este martes 16 de agosto daremos un primer paso, marcharemos a las diez de la mañana en las ciudades de Cuernavaca, Jojutla y Cuautla, implementando plantones y campamentos en las diversas sedes de gobierno al unísono de ¡Fuera Graco!
¡Destitución inmediata de Graco Ramírez!
¡Juicio político a Graco Ramírez!
¡Gobierno de Reconciliación y Constituyente YA!