Compañeras y compañeros de todas las resistencias que luchan por la igualdad, la equidad de género, el cuidado de nuestra madre tierra, el reconocimiento de las culturas ancestrales, la educación intercultural y emancipadora, la salud comunitaria, la energía eléctrica sin monopolios, el trabajo digno como realización de cada mujer y hombre de este país.
Académicos, científicos, estudiantes, padres y madres de familia, y todos los sectores que buscan la justicia.
Reciban un saludo de la NUEVA CONSTITUYENTE CIUDADANA Y POPULAR. Al conmemorar un año más de la Revolución Mexicana y con ella, de quienes dieron su vida, para dar fin a una dictadura y a su mal gobierno que olvidaba como hoy, a quienes menos tienen, y privilegiaba como hoy, a las empresas extranjeras por encima de los derechos de los mexicanos campesinos, indígenas, obreros, artesanos, mujeres, ancianos y niños, que asediados por la pobreza en la que los mantenía el Estado, lograron organizarse de Sur a Norte del país, para emprender una lucha: la lucha revolucionaria que tendría tan gran impacto que, finalmente derrumbaría a ese dictador y a su gobierno impostor.
Hoy, esa lucha tiene que volver a inspirarnos, tenemos que aprender como en el pasado que es posible luchar por un país, que como ayer, sigue siendo despojado de sus riquezas naturales, vendido por sus gobernantes, llevando al pueblo a la ruina y a la muerte, ante tal miseria y exterminio, la Nueva Constituyente Ciudadana y Popular, está decidida a levantar la voz en un hondo y profundo: ¡YA BASTA! Teniendo como principal misión, la de proclamar con esperanza la posibilidad de REFUNDAR NUESTRO PAÍS DESDE LA RAÍZ, desde la voz de cada uno de nosotros, con la participación y la organización que pueda devolvernos el destino de nuestra nación; que está llamada a tener y a dar vida, llamada a ser grande desde los pequeños, desde los olvidados, desde los excluidos, desde los desposeídos de la tierra, desde los indígenas, desde las mujeres, desde los ancianos, desde las personas con discapacidad, desde los migrantes y desde los niños.
No podemos quedarnos subsumidos, MÉXICO NOS NECESITA, MÉXICO NOS RECLAMA, NUESTRO PAÍS NO PODRÁ SER OTRO, SIN CADA UNO DE NOSOTROS. Por ello, es nuestro deber y obligación luchar con toda el alma y con todo el corazón, con la vida hasta la muerte, por devolver a nuestra patria y a nosotros mismos la dignidad de ser mexicanas y mexicanos, capaces de defender nuestros derechos y perpetuarlos para todas las generaciones siguientes. Delante de un Estado que se lava las manos, que se mueve como títere de los grandes intereses económicos y políticos internacionales, no nos queda más que movilizarnos para frenar esas políticas que nos están dañando y dañarán sin remedio a nuestras futuras generaciones.
Hoy, es nuestro tiempo, no habrá mañana feliz, si hoy no nos decidimos a luchar y a organizarnos, si no nos despojamos de la apatía, si no echamos a un lado la flojera, si no renunciamos al sometimiento aprendido y enseñado con violencia. No podemos seguir
dejando las cosas para mañana, el llamado de esta Nueva Constituyente Ciudadana y Popular es seriamente ¡Urgente!
Invitamos y convocamos a todas y a todos a actuar a través de redes establecidas entre personas y asociaciones, para que juntos defendamos los usos y costumbres de nuestras comunidades indígenas, de igual manera nos constituyamos como resistencia física en los territorios locales para no permitir la entrada a las empresas transnacionales que buscan invadir y extraer los recursos naturales de nuestros lugares a costa de la vida de los ríos, de la fauna y de la flora de los lugares que nosotros habitamos y que nos generaran serios problemas de salud y subsistencia a corto, mediano y largo plazo; llamamos a estar atentos y activos en el cuidado de nuestra madre tierra y frenar el saqueo de maderas preciosas de nuestros bosques y selvas, así también, a iniciar la denuncia de todas aquellas empresas que están contaminando nuestros ríos y territorios, por falta de cuidado y corrupción con las autoridades al no cumplir con las medidas necesarias para su ejercicio, denunciamos también el mal que traen los proyectos de monocultivo y las semillas transgénicas; rechazamos fehacientemente las reformas estructurales hechas a nuestra Constitución porque van en contra de la misma y en contra de nuestro pueblo, adelgazando nuestros derechos sociales que con tanta sangre hemos ganado y se han garantizado desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, fruto en gran parte de la Revolución Mexicana que conmemoramos hoy; proponemos al mismo tiempo una forma de gobierno comunitario, que nos permitan decidir de manera directa, libre y autónoma siendo parte de la Federación Mexicana a la que pertenecemos, pero de la que no aceptamos su mal gobierno que está aniquilando a nuestro pueblo y vendiendo a nuestra nación.
Sea nuestra voz, con la voz de cada persona valiente, el resonar de un nuevo amanecer para México, que nos inspire a construir una Nueva Humanidad, donde el pueblo sea verdaderamente el actor social para generar acciones que lleven a la prosperidad y a la paz. Donde cada persona, cada comunidad, cada aldea y nación sea respetada y valorada, sin el afán de ninguno por someterlo o explotarlo.
JUSTICIA DONDE EL PUEBLO MANDE.
VIVA LA NUEVA CONSTITUYENTE CIUDADANA Y POPULAR.
Noviembre del 2017.