NOCHIXTLÁN: EL TIEMPO, LA VERDAD Y LA JUSTICIA

Boletín del lunes 27 versión impresa Boletín Semanal 27 de nov 2017

*Transcripción de fragmentos de la misa de nuestro compañero, Raúl Vera, con las víctimas de Nochixtlán. Aclaramos que la Nueva Constituyente no es un movimiento religioso, pero compartimos esta transcripción, por considerar que refleja de manera exacta tanto la realidad que se vive en nuestro país, siendo Nochixtlán uno de los actos criminales más visibles del mal gobierno a nivel nacional, como la potencia que tenemos como pueblo mexicano, profundo y diverso, para asumir la conducción de nuestro país.

Dios nos ha encargado la administración de este mundo, nos ama a todos como sus hijos, a todos nos da una dignidad, y todos ante él somos responsables de esta Tierra. A través de la historia los humanos hemos creado diferentes estructuras sociales, para organizar esta tierra, de manera que en ella exista la paz, que en ella exista la justicia, que en ella exista el respeto de la dignidad de cada una y cada uno de nosotros. Entonces, esto  es el papel del que hacer de la política: es establecer los derechos colectivos y de cada uno, establecer las instituciones y los caminos que garanticen la presencia de la justicia. Hermanas y hermanos, quiero así, dejar bien establecido que ustedes son víctimas muy visibles de una metodología antipolítica, y antihumana, que está usando en este momento el gobierno en todo México. Y ustedes han sido elegidos por el gobierno, para mostrar su capacidad de aterrorizarnos y paralizarnos, porque se han propuesto quedarse con todo lo nuestro un grupúsculo de ladrones, de criminales.

En este momento la estrategia política de gobierno en este país es la violencia. Yo les digo, nosotros junto con Dios, somos los administradores de esta Tierra, y nosotros no debemos de renunciar a este derecho, por el bien de nuestro país. Y el Salmo dice: “mira a estos, míralos, ahorita están ahí, mañana ya no estarán”; “que no te venza la ira”. ¿Por qué? Porque nosotros con la ira nos paralizamos, no nos debe vencer la ira. ¡Debemos luchar por la justicia! ¡Tenemos derecho a la indignación! Y tenemos derecho a hablar, tenemos derecho a actuar.

Esto sépanlo, Dios quiere la justicia, porque los autores de esto tienen nombre y apellido, hay autores intelectuales y autores materiales, ¡y tienen nombre, apellido y rostro! Aquí no hay de otra. Y eso tiene que salir. Hay ya ejemplos de naciones enteras que han juzgado, desde comisiones de la verdad, donde  se han puesto denuncias de los ataques deliberados contra la población, como lo que sucedió aquí en Nochixtlán, crímenes que deben ser juzgados internacionalmente. ¡Ahí no hay tu tía!, yo visité la Corte Penal Internacional para denunciar a dos gobernadores de Coahuila, ahí en ese lugar existen celdas a donde llevan a políticos en funciones, y nadie los para.

Entonces, no, que no crean que son inmunes porque compran a los medios de comunicación, compran a otros funcionarios como los jueces ¡No señor!… y existe un juicio muy severo, muy severo, que tendrán que pasar, que es el juicio de Dios. Dios no deja impune todo esto, no lo deja impune. A mí una señora salvadoreña, hace tiempo me enseñó, me dijo: “la vida es como una tienda, una tienda señor: nadie se sale sin pagar”.

Lo que les quiero decir, es que ¡hay ciudadanía aquí!, ¡hay mexicanos aquí!, ¡hay sentido de justicia y sentido de lo que debería ser el verdadero gobierno!, aquí. Por amor de Dios, conocemos la  cultura ancestral de ustedes los oaxaqueños, ustedes tienen un historial en la vida del país, no les vamos a dejar solos en el resto del país, y los necesitamos. Todos estamos luchando desde nuestras fronteras contra un grupo de ladrones, criminales; esto son lo que son hoy nuestros gobernantes: son un grupo de criminales, ya no son corruptos, son criminales, y aquí está uno de sus actos criminales.

Esto es lo que están usando: la violencia, ¡la violencia para atemorizarnos a todos! Esto no es una táctica que solo usaron aquí, es el resultado de que en todo el país nos gobiernen criminales, que son uno solo, uno solo: ejército, marina, las policías estatales, policías municipales, policías federales… ¡Y el narco!  Todos son uno solo, asociados, articulados, en concordancia toda para irse en contra de nosotros, porque necesitan toda la riqueza de México. Todo lo que hay en México lo quieren vender y se lo quieren dar a cambio de dinero, por supuesto, a manos extranjeras. Han desbaratado la planta productiva, el mercado interno, la producción interna, nuestras finanzas internas, todo vendido al extranjero. Y para Estados Unidos, desde el Río Bravo al Suchiate somos territorio de frontera: necesita para su seguridad nacional este tipo de policías y este tipo de acciones.

Pero existe Dios, y nosotros creemos en él, y nosotros entendemos que él nos encargó la Tierra a todos, aunque les cueste entenderlo. La vamos a defender, no tenemos los métodos violentos de ellos, pero tenemos inteligencia. Ellos estarán ocupando el espacio, pero nosotros tenemos el tiempo, nos va a llevar un poco de tiempo seguir organizándonos como país, pero lo vamos a lograr. ¡Es nuestro el tiempo! Ellos se estarán apoderando de  los espacios, de  las tierras, pero nosotros somos dueños del tiempo, y no vamos a cesar.

Y en esta misa, de manera muy especial, vamos a pedir por Oscar Luna Aguilar, por Yalid Jímenez Santiago, Omar González Santiago, Oscar Nicolás Santiago,  Jesús Cadena Sánchez, Anselmo Cruz Aquino, Juan Azarel Galán Mendoza, Silvano Sosa Chávez, que son, los que conocemos que murieron, porque se me decía que hay muchos que se llevaron a sus muertos y los enterraron por su cuenta, y que no sabemos cuántos fueron. Por ellos, y por todos los que no conocemos, pero especialmente por ustedes, para que Dios los fortalezca. Todos dependemos de todos. No están solos, porque somos muchos los que estamos siendo agredidos y acosados de muchas maneras, por resistir a sus pretensiones criminales, ya es muy poco decir que tenemos gobierno corrupto, tenemos un gobierno criminal, son asesinos, y no hay vuelta. Son las estructuras que crean esa salvajada que vinieron a hacer aquí. Ese lujo de violencia contra ustedes, es un acto terrorista, para que lo veamos los demás mexicanos: “miren como tratamos a los rebeldes, miren como tratamos a los que se oponen a nuestros planes de empoderamiento de todo lo que nosotros podemos manejar, ¡y se aguantan!”.

Entonces hermanas y hermanos, esto es lo que debemos tener todos claro están haciendo por todas partes, tenemos que tener bien claro que nosotros no estamos haciendo nada malo, aunque digan, y aunque en el informe de la comisión de derechos humanos “ustedes son los agresores”, “y que no se qué”, ¡Por amor de Dios! ¡Qué barbaridad! ¿Solamente porque le pagan una millonada al supuesto defensor de derecho humanos? ¡Qué poca vergüenza! ¿Para qué te va a servir? Vas a estar tragando bien, o disfrutando tus rib-eyes o el vino, con ese dineral que te dan  ¿Cuándo hiciste trabajo pésimo y en contra del pueblo? ¡Vete a volar! Qué terrible, que miseria. Un día esa violencia que está permitiendo le va a alcanzar, y sabrá lo que se siente. ¿No se dan cuenta, no se dan cuenta que Dios existe?

Entonces hermanos y hermanas, lo que yo les digo es que ustedes son sujetos constructores de esta historia, y ellos con su violencia y sus amenazas no les van a parar, no, por amor de Dios. En México todos tenemos que saberlo.  ¡Y ellos usan la fuerza bruta porque son unos inútiles, son unos canallas, son unos hombre que no tienen cara para dar!… ¡y tontos además! Porque creen que el pueblo no los juzga. La historia los va a juzgar, la historia los va a hacer quedar en vergüenza. Hubo un dictador, que se llamaba Augusto Pinochet, en Chile. El día que murió, se interrumpieron los noticieros para decir: “murió Augusto Pinochet”, y enlistaron todas las fechorías que hizo, todas las dijeron. Y pensé: “Qué triste, al final, lo único que dejaste detrás de ti es muerte”, así les pasa a estos.

Entonces, debemos seguir firmes, y además, ustedes han denunciado ya, eso está, y eso no lo va a callar un baboso inmoral que tiene un puesto político, que no tiene nada de defensor de derechos humanos cuando hace estas cosas, ¡eso se le va a acabar! Y además se va a encontrar con mucha gente que le ha de decir: “¡Vete de aquí, tu fama ya no sirve para nada! ¿Cómo te atreves a hacer eso?” Y lo único que estás haciendo es alimentando el crimen contra nosotros. “¿Qué haces ahí, que haces?” Eso le va a doler, porque la imagen para estos cuenta mucho. “Desde ahora eres un criminal más, no eres un defensor de derechos humanos, eres un criminal, ¡vete!” Se los vamos a decir quienes creemos en los derechos humanos, “no cuentes con nosotros”.

“¿Ya te pusiste a servirle a estos? ¡Pues sírveles! Pero serás juzgado igual que estos”. No hermanas y hermanos, ese hombre ya está desprestigiado, su palabra ya no vale nada, será la CNDH que los expone, y ahora los expone a ustedes a cosas peores. Pero, ¿en qué cabeza cabe? … Lo documentado, está documentado, y ya no le queda otra, y cuando salga la verdad, ante tribunales que valen verdaderamente la pena, este va a quedar chamuscado, peor que los judas que quemábamos antes.

Hermanas y hermanos, lo que les quiero decir es que Jesús está por la vida, y la vida la tenemos que defender todos, la vida de unos y de otros. Es más, la vida truncada de estos hermanos nuestros y los otros va a dar su fruto, nosotros tenemos un deber con ellos. Claro que sí debemos tener medidas y estar atentos a los movimientos de estos criminales, pero ustedes son un ícono que ellos quieren apagar, no, no, que no se apague. Tiene que salir.

¿Si saben quién fue Don Samuel Ruíz? El obispo de Chiapas, yo trabaje con él cuatro años, como obispo coadjutor. Y la primera vez que salió una noticiota, a ocho columnas, en un periódico nacional “La Diócesis de San Cristóbal recibe quien sabe cuántos millones de dólares anuales para mantener a la guerrilla zapatista”. Y entonces llego yo con Don Samuel, tenía tres meses ahí, con el periódico, y le digo ¿oye, y que vamos a hacer con esto?, y serenamente me dice “De peores nos ha sacado Dios, y luego me dice, “y es muy emocionante”, jajajajaja. ¡Eso es saber ser cristiano!

A mí me dijeron antes de ir para allá, personas que según yo tenían que saber, porque según esto tenían muchas noticias de lo que era la Diócesis de San Cristóbal, desde dentro de las misma iglesia, decían que “Don Samuel era un político, y que los catequistas se habían metido a partidos políticos y que por eso  los mataban”.  Y un día estuve con unos catequistas que estaban en la zona de paramilitares, y a los que estaban matando. Y cuando vi que estaban planeando solo evangelio, que estaban hablando solo el evangelio, todo el día, dije ¡Hola! ¡Estos los están matando por confesar la fé, estos son mártires! , ¿y tú Raulito, te vas a quedar aquí, a hacerte wey, para que no te maten? Pero en ese momento, yo era el bueno, iba con la guía de Don Samuel, y tenía protecciones, y a los catequistas los mataban, entonces yo dije: O me pongo a caminar con ellos y me expongo a que me maten, o no me quedo aquí. ¿Cómo voy a hacer el obispo de estos mártires?  Y todo protegido yo aquí, seguro de que no me iba a pasar nada. Pues yo decidí que me iría como me iría, pero yo decidí caminar con ellos, y por eso me quedé.

Entonces, hermanos, solo la resistencia de todos, va a cambiar las cosas en México. Pero yo les digo, México les necesita, y no mártires, les necesita luchando por la verdad y la justicia, y segundo: que no les vamos a dejar solos. Esto es a lo que yo me comprometo, no les vamos a dejar solos, pero esto es de resistencia, es de resistencia, y yo estoy igual que ustedes, expuesto igual que ustedes. Pero hemos visto que aquí, existe un potencial que es con el que quisieron acabar y dejarle dicho a todos ustedes y nosotros: “vean de lo que somos capaces”. Hermanos, también nosotros somos capaces, y a través del bien, de la verdad y la justicia, que son duraderas. Los crímenes no son los que definen lo que es la historia de este mundo.

Hay un movimiento, la Nueva Constituyente Ciudadana Popular, en donde queremos llamar a personas como ustedes, a unirse en la construcción de una nueva constitución, en donde todos aprenderemos a ser partícipes en la gobernación, en la conducción de nuestro país, e intervenir nosotros, en el gobierno, pero como ya queremos acabar con toda esa raza de políticos, y tener ya gente mucho más honesta, no van a ser los partidos políticos los que van a mandar eso. Todo eso tiene que quedar, por eso es el pueblo el que tiene que hacer esa nueva constitución, pero tenemos que trabajar todos y en grupos pequeños. Ya en Chiapas ya está bien prendida la gente, hay mucha gente ya trabajando. Yo dije, “cuando este prendido Chiapas y Oaxaca”- lo he dicho así, “ya la hicimos para el resto del país”. En la costa de Oaxaca es donde tenemos trabajo de la constituyente, pero acá sería magnífico. Y ya, un pueblo organizado, y organizado en torno al futuro de este país, no solo para defendernos de estos.

Con mucho, muchísimo gusto vine aquí, ustedes me hacen sentir muy fuerte, sépanlo, aquí está la fuerza de Dios. Dios está con el perseguido y el que sufre, aquí está Dios presente, vivo, no podríamos sin él. Es más, entre ustedes yo me siento protegido, yo me siento muy seguro porque aquí está Dios, entre ustedes.

 

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