Descarga la versión impresa Boletín Senanal 11 de septiembre
El pasado sábado 9 de septiembre, los pueblos que desde hace años luchan en defensa del río Atoyac, se asumieron como constituyentes con la firma del «Acuerdo de los pueblos del Atoyac», una ley que le pertenece a las comunidades; un pacto genuino, un compromiso inquebrantable con el río, con la vida y con las luchas que de igual manera se estén dando en todo el territorio nacional. Este Acuerdo es parte de nuestro camino hacia una nueva Constitución -que no es más que la forma en que el pueblo se organiza- que responda a los verdaderos intereses del pueblo y que se construya desde la voz de las comunidades, desde nuestros usos y costumbres. De esta manera iremos escribiendo nuestras propias leyes, nuestros propios pactos, que en nada se parecen a los de los políticos tradicionales, ni a las promesas de quienes sólo se preocupan por su recaudación personal. Estos son compromisos reales, no meros papeles firmados y así ha quedado plasmado en el Acuerdo del Atoyac, el cual se firmó en Ojo de Agua Grande (Municipio de Amatlán de los Reyes) y Tlanehuepan (Municipio de Carrillo Puerto), tras dos misas que compartió Don Raúl Vera en estas localidades.
Dicha actividad fue realizada por la Coordinadora en Defensa del Río Atoyac, conformada por compañeros que luchan contra las empresas privadas que buscan robar el agua pura que surge desde el nacimiento del río, o que lo contaminan a lo largo de su cauce a través de los desechos que tiran provenientes de granjas porcinas y avícolas, de residuos tóxicos y contaminados por agroquímicos producto de las alcoholeras y de los ingenios azucareros. También pelean contra el Estado y los políticos corruptos coludidos con negocios como basureros a cielo abierto y los rastros que han devastado la flora y fauna del río y que han enfermado a todas las comunidades que consumen dicha agua. Compañeros que han asumido la lucha de la Constituyente como propia y se han comprometido a acompañar nuestro paso por todo el país.
El Acuerdo, nuestro acuerdo, es un paso fundamental no sólo para Veracruz y la defensa de la vida, sino de toda la NCCP que camina hacia la refundación nacional.