Segunda Asamblea Nacional. Texto 2

Documento sobre organización de la Constituyente Ciudadana-Popular

 

Luego de casi un año de armar las primeras bases de nuestra propuesta y al calor de los sucesos de Tlatlaya y Ayotzinapa, presentamos hace 10 meses la Constituyente Ciudadana-Popular el cinco de febrero en la Ciudad de México. Además de plantear las ideas centrales de nuestro proyecto, hicimos un llamado a crear Comités Estatales como las primeras bases para el amplio trabajo que requerimos para refundar el país desde las mayorías nacionales.

A la fecha tenemos Comités ya consolidados o como instancias promotoras en los siguientes estados: Chihuahua, Chiapas, Ciudad de México, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Veracruz, Yucatán, Zacatecas (18 estados).

También hemos presentado la iniciativa en los siguientes estados, aunque no se han alcanzado a consolidar los Comités: Aguascalientes, Baja California, Campeche, Colima, Coahuila, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Sinaloa, Sonora (10 estados).

Sólo falta de presentar y consolidar contactos en: Baja California Sur, Guerrero, Tabasco y Tamaulipas (4 estados).

Sesionamos el dos de mayo pasado en nuestra Primera Asamblea Nacional. Ahora, en nuestra Segunda Asamblea, enfrentamos los retos de consolidar y fortalecer la organización al mismo tiempo que trazamos un plan de construcción política de nuestra iniciativa e iniciamos la redacción de la Constitución desde la gente. El presente documento versa sobre el trabajo de organización. Primero presentamos los retos, luego los problemas generales que hemos detectado y luego la propuesta de trabajo organizativo que nos permita superar las dificultades y hacer realidad los retos más grandes, que son los más urgentes y necesarios, dada las múltiples crisis que vive México y sobre las que hemos ahondado en el diagnóstico.

 

I.Retos

El reto principal es crear una organización eficaz, desplegada por todo el territorio nacional, con su base en pueblos, rancherías, barrios y colonias, como base fundamental sobre la que se sostendrán comités municipales y estatales. Esta organización deberá ser, en el mediano plazo, prefiguración del proceso de alzamiento civil y pacífico que necesitamos para re escribir la Constitución y crear una nueva representación nacional. También deberá ser germen de la nueva forma de organización ciudadana y comunitaria y anticipación en cuanto a las formas de ser y relacionarnos entre todas y todos los mexicanos tanto a nivel personal, colectivo y en relación con la naturaleza.

De lo que se trata es de poner la mira en el punto más ambicioso que necesitamos en cuanto a organización, para así consolidarla y contribuir a que sea el sujeto en gestación construya los pilares sobre los que se reconstruirá México. Esto no quiere decir quemar etapas, ni dar saltos al vacío. Tampoco sustituir procesos amplios de representación nacional que deberán trascender por mucho a la Constituyente.

Tenemos que dar paso a una organización más descentralizada, que sea sostenida por las y los cuadros multiplicadores de la iniciativa. Una organización coordinada por regiones capaces no sólo de trazar planes de trabajo de mediano plazo, sino con capacidad para actuar y responder ante cualquier eventualidad.

La organización debe ser el principal espacio para ir articulando la redacción de la constitución. Tenemos que aprender a articular el trabajo de todas las personas, con especialistas. Debemos fortalecer y crear muchos conversatorios temáticos, como espacios potenciales de encuentro. La organización, en lo que se refiere a redacción de la Constitución, debe hacer un esfuerzo permanente por recuperar todas las expresiones, sistematizarlas, darles forma y devolverlas a las personas. Sólo en la medida de que nuestros trabajos vayan recuperando todas las voces podremos avanzar con la fuerza, sólo así se sumarán millones a este trabajo, que no es nada más de escucha y diálogo, sino de organización y movilización permanente.

Nuestra organización debe sentar las bases de un Comité amplio de Refundación Nacional. No debe de sustituirlo, sino crear las bases para que este se cree con una representación amplia desde todos los sectores y los estados. Nuestra tarea como organización es ir construyendo las bases de la representación nacional, armar la estructura de miles de personas con múltiples capacidades para extenderse por todo el país para entrar en contacto con la gente para escribir la constitución, nombrar las y los nuevos representantes surgidos desde las bases y a través del consenso y luego, de apoyar la movilización que acompañará la promulgación de la nueva constitución y el sesionar de la nueva Asamblea Constituyente.

Debemos de avanzar con la idea de que el 5 de febrero de 2017 presentaremos una primera versión de la nueva Constitución. En el centenario de la Constitución existente es importante que salgamos públicamente con nuestra propuesta, en la que genuinamente estén incluidas todas las personas que habrán participado en este proceso. En la medida que logremos que este trabajo haya recogido todas las voces y aspiraciones de nuestros pueblos, esta iniciativa avanzará como una alternativa y estaremos más cerca de cumplir con nuestros objetivos.

 

II. Dificultades

  1. Hasta ahora no hemos tenido capacidad de desarrollar actividades permanentes de explicación y difusión de la propuesta. Aunque existen avances importantes en el diseño de metodologías y materiales de acuerdo a la circunstancia de cada entidad todavía no alcanzamos a darle permanencia al trabajo de socialización.
  2. Es común observar una cierta confusión entre lo que se supone la representatividad que debe alcanzar un comité estatal para serlo. Se piensa que sólo se es comité hasta que se integran amplios sectores a las instancias organizativas. Esto es inexacto, los comités deben representar en un primer momento a quienes compartimos, mujeres y hombres, la iniciativa.
  3. Existe una fuerte tendencia a crear burbujas burocráticas. A encerrarse en el funcionamiento interno de los equipos de facilitadores y facilitadoras. En discusiones que poco tienen que ver con la organización del trabajo cotidiano de socialización y sistematización de los aportes que producen las reuniones de base. Especialmente esto viene sucediendo en la comisión general.
  4. Aun no entendemos la dimensión comunitaria de nuestra propuesta, de ahí la dificultad de innovar prácticas y superar los tratos interpersonales derivados del régimen político y de las prácticas tradicionales de la izquierda que exacerban las competencias y las simulaciones. Es cierto que esto no puede resolverse de la noche a la mañana, la desigualdad entre hombres y mujeres, la diversidad de tradiciones y la falta de ideas claras sobre lo nuevo generan obstáculos.
  5. La carencia de alternativas políticas que nos vinculen con las resistencias cotidianas como Constituyente. En particular tenemos que resolver el trazo de alternativas políticas que dinamicen la construcción de comités locales en el contexto de las resistencias nacionales y de procesos de denuncia de las atrocidades cometidas por el gobierno. De otra forma los comités estarán construyéndose en frio y eso es muy problemático si queremos visibilizar nuestra iniciativa.
  6. La confusión de diversos grupos sobre la naturaleza de la Constituyente. Piensan que es un frente y no un movimiento. No entienden que es una nueva identidad que no suprime las otras identidades y que por lo mismo, como nueva identidad no puede estar sujeta a ninguna de las existentes, que tiene su propio ritmo y sus planes particulares.
  7. La falta de materiales para difundir la propuesta. En parte por la sobrecarga de trabajo y la escases de recursos, pero también por una falta de mayor coordinación y de que todos los estados deleguemos a algunas personas para la elaboración de estos. Necesitamos materiales que no sólo se basen en las ideas generales de la propuesta, sino que se enriquezcan el debate en la medida en que se va demandado, que respondan a las inquietudes que el proceso y la situación del país imponen.

 

III. Propuesta de trabajo organizativo

III.1. Comités y coordinaciones regionales

Tener comités conformados en los 32 estados (aunque algunos sean a nivel de promotores) para los primeros tres meses de 2016.

Para ese mismo periodo deberemos de tener funcionando las coordinaciones regionales en su fase A (Ver cuadro I más abajo). Consideramos que para el segundo semestre del año podremos avanzar en coordinaciones regionales más pequeñas en extensión, pero con más consolidadas en los territorial. Eso sería la fase B (Ver cuadro II)

 

Cuadro I. Fase A

Península y Sureste Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán, Oaxaca, Quintan Roo y Veracruz (zona sur)
Centro-sur Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo, Estado de México y Veracruz (zona centro)
Bajío-occidente Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima, Guanajuato, Querétaro
Centro-Norte San Luis Potosí, Aguascalientes, Durango y Zacatecas
Norte-oriente Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila (capital)
Laguna-Norte Durango, Coahuila (laguna) y Chihuahua.
Huasteca Huasteca de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí
Baja-Norte Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur

 

Cuadro II. Fase B

Península Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Sureste Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz (sur)
Centro-sur Ciudad de México, Hidalgo y Estado de México
Sur Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala y Veracruz (centro)
Bajío-occidente Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima, Guanajuato, Querétaro
Centro-Norte San Luis Potosí, Aguascalientes, Durango y Zacatecas
Huasteca Huasteca de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí
Norte-oriente Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila (capital)
Baja-Norte I Sonora y Baja California
Baja-Norte II Baja California Sur y Sinaloa
Laguna-Norte Durango, Coahuila (laguna) y Chihuahua.

Además de esto debemos consolidar los comités estatales y municipales. Los tiempos de reunión de los comités estatales y municipales serán definidos por las instancias locales.

Las coordinadoras regionales deberán de sesionar una cada dos meses y una reunión de Coordinación Nacional, con representantes de todas las regiones deberá de sesionara cada cuatro meses. La Asamblea Nacional seguirá siendo la máxima instancia de la iniciativa y por ahora tendrá que sesionar en seis meses (mayo de 2016) para fortalecer las coordinaciones Regionales y la Nacional.

III.2. Sobre los conversatorios temáticos

Hasta ahora hemos desarrollado poco este espacio que resultará vital para la presentación de la primera versión de la Constitución en 2017. Tenemos que fortalecer las propuestas que ya existen y el trabajo previo del Conversatorio de Mujeres (ver el documento que presenta para esta Asamblea el Espacio de Mujeres), así como las propuestas que hay sobre un Conversatorio de jóvenes y estudiantes. Pero necesitamos avanzar con más propuestas de conversatorios temáticos para todo el 2016, de manera que podamos dialogar con las experiencias temáticas que ya han formulado alternativas para el país y para escuchar por temas las voces de nuestros pueblos.

Además del conversatorio de mujeres y de jóvenes y estudiantes tendremos que programar más conversatorios, como pueden ser: de campesinas(os)- indígenas, de problemáticas urbanas, de luchas ambientales-territoriales, de trabajadoras y trabajadores, de sectores productivos, de juristas, de artistas y trabajadoras(es) de la cultura, etc.

De esta Asamblea deberán de salir ideas.

III.3. Sobre los Comités de Refundación Nacional

Además del trabajo de redacción de la Constituyente y de la promoción permanente de la propuesta, tenemos que avanzar en la creación de una representación nacional, con base en representaciones estatales, de carácter amplio y representativo, que levante una plataforma democrático-nacional y que llame a la salida del gobierno y al cambio de régimen. Este espacio hacer un llamado a la resistencia nacional y a la desobediencia civil y pacífica. Deberá contribuir a la lucha en contra del régimen. No será contrario a la iniciativa de la Constituyente pero tampoco la suplirá. Será una parte más de todo el trabajo necesario para la refundación de México. Por ello tenemos que abrir el debate ya sobre cómo habremos de echar a andar esto y cómo se articulará con la Constituyente.

La primera tarea hacia la conformación de los Comités de Refundación Nacional puede ser la campaña nacional para llevar a juicio a Enrique Peña Nieto y a su gobierno por el crimen de Ayotzinapa y por los que resulten responsables. Lo resultante de este proceso nos permitirá ir dando mejor forma a este espacio de representación nacional.

III.4. Sobre la producción de materiales de formación y difusión

Hasta ahora hemos enfrentado múltiples dificultades para tener materiales que contribuyan a la formación de las y los facilitadores que debemos trabajar en todo el país así como de videos, carteles, folletos, libros, etc. que sean acordes con las realidades y contextos de las millones de personas con las que tenemos que trabajar. Además de la sobre saturación de tareas que tenemos quienes ya somos parte de la iniciativa para darnos el espacio de producción de materiales que atiendan tanto a la formación de facilitadoras y facilitadores como materiales amplios de difusión, tenemos carencia de recursos para la producción y promoción de los mismos. Tenemos que dar pasos concretos en esta Asamblea para resolver estos impedimentos y ver de qué manera conformamos equipos de trabajo integrados por personas de todos los estados que puedan concentrarse en estas actividades que resultan vitales y hoy son demandadas por todas y todos.

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