Sobre las desesperadas e inesperadas pugnas, convocatorias y alianzas de los poderosos

Sálvese quien pueda

La amenaza de cancelación-renegociación del TLCAN anunciada por Trump ha puesto en shock a una parte de la casta política-empresarial mexicana que se enriqueció a la sombra de este tratado. La apertura comercial que fuera llevada a cabo en 1994 con la firma del tratado, convirtió a México en una economía exportadora, dirigida casi en un 80 por ciento hacia Estados Unidos.

En los últimos 30 años se instalaron en nuestro país empresas privadas de todos los ramos, que valiéndose de la desregulación laboral, fiscal y ambiental, garantizada por los gobiernos en turno, utilizaron la mano de obra, los energéticos y recursos naturales para armar y producir mercancías de exportación (fabricadas con insumos en su mayoría importados), principalmente autopartes, dispositivos electrónicos y en menor medida productos alimentarios, que fueron a parar a los mercados del vecino del norte. Los mismos políticos que nos ofrecieron en bandeja de plata para atraer la inversión extranjera, llaman ahora cínicamente a la unidad nacional y predican discursos que enarbolan la defensa de la soberanía ante las amenazas del vecino del norte. ¿Acaso creen que no tenemos memoria? Nuestros verdugos nos llaman a defender sus intereses haciéndonos creer que son los nuestros, se roban el lenguaje popular, llaman a defender la constitución cuando son ellos los primeros que la han violado y hecho a modo para garantizar la operación de sus negocios y maximizar sus ganancias. En vísperas de las elecciones del 2018 los empresarios y políticos que se enriquecieron a manos llenas con el libre comercio se disfrazan de ovejas y reconfiguran sus alianzas para seguir siendo partícipes de la repartición de la riqueza. Recién iniciado el año los dirigentes nacionales del PRI, Partido Verde, Nueva Alianza y Encuentro social, se comprometieron a impulsar un acuerdo de unidad nacional ante las consecuencias que puede traer para México las decisiones del gobierno de Trump y cínicamente convocaron a otros sectores de la sociedad agraviados por las políticas del presidente de EEUU. No faltaron tampoco los llamados del PRD y del PAN, ni de grupos empresariales y directivos de instituciones universitarias que vibraron de vergüenza ante la poca convocatoria que tuvo su mentiroso llamado a la unidad nacional.

Los partidos políticos y el proyecto de nación decidido por y para unos pocos

No es novedad que en nuestro país, los empresarios nacionales y sobre todo extranjeros definan la política interna, a costa del sudor y la sangre de los millones de ciudadanos que lo habitamos. La misma historia se repite cada 6 años, una reducida camarilla de empresarios y políticos de viejo cuño se articulan en torno a los candidatos que tiene posibilidades de llegar al poder, sin escrúpulos ni ética arman y desarman nuevas alianzas, construyen proyectos de nación que convienen a sus intereses y adornan sus discursos haciendo alusión a la defensa de la soberanía nacional, la dignidad e intereses de los mexicanos. En suma construyen un escenario de confusión e invitan a amplios sectores de la población a confiar en proyectos y programas en cuya formulación el pueblo no tiene cabida alguna. Sin el afán de acusar o desprestigiar al amplio sector popular que conforma la base social de morena, no podemos dejar de hacer un llamado de atención sobre quienes recientemente se han constituido como el equipo de trabajo que formulará el proyecto de nación de AMLO para 2018-2024. Baste hacer una revisión breve del historial de algunos de sus integrantes.  A la cabeza y como coordinador del equipo de trabajo aparece el empresario Alfonso Romo, este personaje se encuentra en la lista de los supermillonarios de Forbes, en los 90s fue dueño de Seguros Comercial América, Cigarrera La Moderna, y Seminis (empresa de agrobiotecnología que llegó a tener 32 centros de investigación en 30 países y el control sobre el 30% del mercado de vegetales a nivel mundial convirtiéndose en la artífice de la expansión de los negocios de agrobiotecnología en nuestro país), emporios que después vendió para internarse en la inversión en tecnologías de ingeniería genética. Desde hace 12 años es uno de los principales inversionistas y promotores de la empresa  Sinthetic Genomics, liderada por Craig Venter, el “padre del genoma humano y creador de vida sintética”, quien además de autoproclamarse como el “Darwin moderno”, es uno de los empresarios que más ha saqueado y violentado los conocimientos tradicionales de los pueblos, así como los recursos naturales de de todos los continentes y mares del mundo, en pocas palabras, Venter ha pervertido el desarrollo tecnocientífico para ponerlo al servicio de su propia billetera. Alfonso Romo, junto con Salinas de Gortari fue uno de los principales impulsores de la “modernización del campo mexicano”, proceso que desarticuló la agricultura tradicional, provocó el empobrecimiento económico y alimentario de las comunidades campesina y urbanas, el uso extensivo e intensivo de plaguicidas altamente tóxicos en nuestros campos y el monopolio de la venta de semillas, todas causas fundamentales del abandono y desmantelamiento del campo mexicano. Romo fue también Integrante de los Legionarios de Cristo y respaldó la candidatura de Zedillo en el 94 y la de Fox en 2006. Por otro lado, Esteban Moctezuma, encargado de desarrollo social, fue secretario de gobernación durante el mandato de Ernesto Zedillo, responsable del diálogo simulado que precedió a la incursión castrense en territorio chiapaneco en febrero de 1995, la cual expulsó violentamente de sus territorios a miles habitantes de comunidades tzeltales, tzotziles, tojolabales, mames y choles. Presidente Ejecutivo de la Fundación Azteca y operador del dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego.

Otros empresarios y políticos integrantes del consejo consultivo de AMLO que regirán el proyecto de nación previsto para el próximo sexenio y que en próximas editoriales nos daremos a la tarea de indagar, son Marcos Fastlicht Sackler, suegro del presidente del Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean; Miguel Torruco, ex-secretario de turismo de la ciudad de México y consuegro de Carlos Slim; Raúl Elenes Angulo, integrante de la subsecretaría de Pesca; Jaime Bonilla, empresario de telecomunicaciones en Baja California; Adrían Rodríguez Macedo, empresario de NL e  Isaac Masri, empresario artístico.

Las declaraciones del actual coordinador del equipo de trabajo de AMLO revelan lo que pudiera ser la política interior Mexicana, de ganar las elecciones del 2018: “Lo que yo acordé con Andrés y con el equipo (Sheinbaum, Rodriguez, Esquivel y Moctezuma) fue…hacer que México sea un paraíso de la inversión..Vamos a cuestionar las regulaciones de este país, qué tanto podemos desregular para que haya suficiente gasolina, para que la pequeña y mediana empresa tenga gasolina barata”. Estas afirmaciones resultan alarmantes puesto que desde la firma del TLCAN en 1994 hasta la fecha, han sido precisamente la desregulación ambiental y laboral -ahora legalizadas con la oleada de reformas estructurales que pactaron los partidos políticos al inicio del mandato de EPN- la estrategia que han empleado las oligarquías gobernantes para ofrecer al país como un paraíso de inversión para empresas transnacionales, a costa de la devastación socioambiental, la desarticulación de la industria nacional, el pago de salarios de miseria y el desmantelamiento de la seguridad social y los derechos colectivos cuya obtención y defensa ha costado al pueblo mexicano millones de muertos desde la revolución de 1910 hasta nuestros días. A las anteriores declaraciones hay que agregar las realizadas este lunes por el recién designado coordinador. Romo señala que AMLO es un hombre “congruente”, “fuerte”, que “no se rodea de gente baja”, el “Mayor operador” político de nuestros días, lo equipara con Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia con quien asegura “se lleva muy bien”. En relación a este personaje baste decir que llegó al poder y gobernó con el apoyo de poderosas mafias de narcotraficantes y de la derecha oligárquica de dicho país, líder paramilitar y genocida, acérrimo enemigo de la libertad sindical, de expresión y de prensa, responsable de la intensificación de la guerra en Colombia, que a la fecha sigue cobrando miles de vidas.

Resulta ingenuo pensar que AMLO desconoce el historial del equipo político que ahora redacta su programa de gobierno. Frente a la creciente ilegitimidad de la política tradicional, los políticos tradicionales se apresuran a reconfigurar sus alianzas y desesperados por el posible fracaso electoral desoyen a quienes abajo confían en la posibilidad de un cambio. Un verdadero proyecto de nación no puede ser pensado por unos pocos y el gobierno no puede ser concebido como una empresa que antepone el interés privado al interés general.

Sobre la verdadera soberania popular

Todo lo anterior nos reafirma que la verdadera soberanía popular dista mucho de lo que engañosamente promulgan los líderes de partidos políticos y empresarios. Cada vez es más evidente que las figuras que se autodefinen como la “izquierda” institucional y que en tiempos recientes han sido expresión de parte de la inconformidad popular, no están mirando hacia quienes sostienen su popularidad. No hay un solo partido político que dé cabida a la participación del pueblo en la definición de sus programas de gobierno, han abandonado la responsabilidad de hacerse cargo de lo público y han decidido abocarse a la satisfacción de los intereses privados.

Desde la NCCP creemos firmemente que el único proyecto de nación que podrá rescatar al país del desastre en el que nos han metido, será el que venga de las voces, voluntades y aspiraciones del pueblo, de quienes hemos sido históricamente oprimidos e ignorados. Debemos recuperar y tomar fuerza de las luchas que nos han precedido, de la sabiduría y la resistencia de nuestros pueblos, que por más de 500 años y en todos los rincones del país se han empeñado en defender la vida y a la madre Tierra con dignidad. La ilegitimidad de la que gozan las clases gobernantes juega a nuestro favor, sus urnas no caben en nuestros sueños, tenemos que repensar y recrear la política, la cultura, arrebatarles nuestros símbolos, nuestra ley.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de EUA y la reconfiguración de las elites empresariales y gobernantes dentro y fuera de nuestro país avizoran un panorama complejo hacia el 2018. Pese a que la NCCP no responda a los tiempos y planes de quienes hoy gobiernan y se anquilosan en el poder, no podemos dejar de estar atentos a las pugnas y cambios que ocurren en las esferas de la política tradicional a nivel nacional e internacional, el análisis permanente de estos cambios constituye una tarea sumamente importante.